sábado, 6 de marzo de 2021

Conectar

 
Quizá una de las cosas más fáciles que te cuentan, que ocurre en la vida de la gente, es conectar. 
Y para mi se hace un mundo. 
Tengo claro que me quedan mil historias por vivir, pero también tengo claro que muchas de las que he vivido no conecté , no de esa forma que se supone que lo cambia todo.
Y qué tontería porque si “conecte” dos veces y lo movió todo, pero no cambió nada. 
Seguí ese camino que pintan fácil pero que no siempre sabes que colores elegir.
Y ahora estoy en ese punto en el que sé, en el que ya sé, que sí y que no.
Me ha perseguido un largo trayecto, una extraña sensación, de una absurda persona que le dí un sí cuando era un no. En donde pensé que cualquier cosa valía. 
Pero no. 
Claro que no vale todo, porque a veces tienes que pintar rápido y otras en azules y aprendes a elegir lo que en ese momento te hace conectar.
Sentir.
Vivir.
Querer-te.
Porque quizá sea fácil y lo hagamos difícil, o quizá simplemente ese conectar, no pinte nada dentro de tí. 
Porque sabes de sobre que sí, quién SÍ.

sábado, 2 de mayo de 2020

#Día50 UN DIA MAS ES UN DIA MENOS

#Día50
#YOmequedoencasa


"Un día más es un día menos"

Hace 50 días el mundo se paro. 
Hace 50 días las normas empezaron a cambiar.
Hace 50 días nos quedamos en casa

Y hace 50 días empecé a mirarme más, mucho más. 

Tuve dos opciones.
Pensar que no tocaba esto, que no era justo, que no lo había elegido...
O pensar que iba a ser capaz de entender lo que estaba ocurriendo, buscar la forma de enfrentarme a ello, pero sobre todo decidir como quería vivirlo. 

Ha habido días largos, eternos que pensé que no se iban a acabar nunca, y días que han pasado rapidisimo.
Noches interminables entre vídeos y chocapic.
He empezado varias series y las he acabado.
He hecho deporte sola y acompañada.
Me he reído como nadie con alguien que estando lejos a estado muy cerca.
He salido a aplaudir por esos héroes que no salen en los cuentos.
He parado para respirar, mucho; y he retomado este blog que tenía tan olvidado. 

-"Un cuento cada noche hasta que acabe la cuarentena" 
Eso me dije el 1er día en mi casa, por mí, para mí.
Pero estos cuentos se convirtieron en por tí, y para ti. 

Muchas noches pensé que ya eran demasiado.
Pero todas las noches alguien me decía que el cuento había sido lo mejor del día, que le había hecho pensar. 
No ha habido ni un solo día, que no haya recibido un mensaje bonito con respecto a ellos. 

Quizá sea una tontería, pero todos marcamos la diferencia en la vida de los demás en los momentos más insignificantes, aún estando lejos, en casa, encerrados. 

Esto no lo hemos elegido, pero nos ha tocado vivirlo. 
Y ya nos lo hemos demostrado día a día, sacando esos pequeños momentos que marcaban la diferencia. 
Y esto, ya nos ha cambiado. 

Estoy convencida de que algo más bonito va a llegar, y bonito no quiere decir "fácil", bonito quiere decir, que cuando miremos atrás y a dentro, diremos "Mereció la pena"

Empezamos una nueva etapa, una en la que poquito a poquito, todo volverá a una NUEVA normalidad. 
Para valorar esos pequeños detalles que nos hicieron sonreir durante esos 50 días. 

Algo, nos ha obligado a parar, pero también nos ha regalado una nueva oportunidad, para volver a brillar.
Porque esto también pasará. 



Porque con el corazón por encima de la cabeza el mundo se ve más bonito.

Arantxa (lyka), 2 de Mayo 2020





viernes, 1 de mayo de 2020

#Día49 "La ciudad de los pozos"

#Día49
#YOmequedoencasa


"La ciudad de los pozos"

Esta ciudad no estaba habitada por personas, como todas las demás ciudades del planeta.
Esta ciudad estaba habitada por pozos. Pozos vivientes… pero pozos al fin.
Los pozos se diferenciaban entre sí, no sólo por el lugar en el que estaban excavados sino también por el brocal (la abertura que los conectaba con el exterior).
Había pozos pudientes y ostentosos con brocales de mármol y de metales preciosos; pozos humildes de ladrillo y madera y algunos otros más pobres, con simples agujeros pelados que se abrían en la tierra.
La comunicación entre los habitantes de la ciudad era de brocal a brocal y las noticias cundían rápidamente, de punta a punta del poblado.

Un día llegó a la ciudad una “moda” que seguramente había nacido en algún pueblito humano: La nueva idea señalaba que todo ser viviente que se precie debería cuidar mucho más lo interior que lo exterior.
Lo importante no es lo superficial sino el contenido.
Así fue cómo los pozos empezaron a llenarse de cosas. Algunos se llenaban de joyas, otros se llenaron de aparatos mecánicos y otros optaron por pinturas, pianos de cola y libros.
Pasó el tiempo. La mayoría de los pozos se llenaron a tal punto que ya no pudieron incorporar nada más.
Los pozos no eran todos iguales, así que, si bien algunos se conformaron, hubo otros que pensaron que debían hacer algo para seguir metiendo cosas en su interior…
En lugar de apretar el contenido, se le ocurrió aumentar su capacidad ensanchándose. No pasó mucho tiempo antes de que la idea fuera imitada, todos los pozos gastaban gran parte de sus energías en ensancharse para poder hacer más espacio en su interior.

Un pozo, pequeño y alejado del centro de la ciudad, empezó a ver a sus camaradas ensanchándose desmedidamente. El pensó que si seguían hinchándose de tal manera, pronto se confundirían los bordes y cada uno perdería su identidad…
Quizás a partir de esta idea se le ocurrió que otra manera de aumentar su capacidad era crecer, pero no a lo ancho sino hacia lo profundo. Hacerse más hondo en lugar de más ancho. Pronto se dio cuenta que todo lo que tenía dentro de él le imposibilitaba la tarea de profundizar. Si quería ser más profundo debía vaciarse de todo contenido…

Al principio tuvo miedo al vacío, pero luego, cuando vio que no había otra posibilidad, lo hizo. Vacío de posesiones, el pozo empezó a volverse profundo.
Un día el pozo que crecía hacia adentro tuvo una sorpresa.
Adentro, muy adentro, y muy en el fondo encontró agua…
Nunca antes otro pozo había encontrado agua…
El pozo superó la sorpresa y empezó a jugar con el agua del fondo, humedeciendo las paredes, salpicando los bordes y por último sacando agua hacia fuera.

La ciudad nunca había sido regada más que por la lluvia, que de hecho era bastante escasa, así que la tierra alrededor del pozo, revitalizada por el agua, empezó a despertar. Las semillas de sus entrañas, brotaron en pasto, en tréboles, en flores, y en troquitos endebles que se volvieron árboles después…

Todos le preguntaban cómo había conseguido el milagro.
– Ningún milagro – contestaba – hay que buscar en el interior, hacia lo profundo…

Muchos quisieron seguir el ejemplo del pequeño pozo, pero desandaron la idea cuando se dieron cuenta de que para ir más profundo debían vaciarse. 

En la otra punta de la ciudad, otro pozo, decidió correr también el riesgo del vacío… Y también empezó a profundizar… Y también llegó al agua… Y también salpicó hacia fuera creando un segundo oasis verde en el pueblo…

Un día, casi por casualidad, los dos pozos se dieron cuenta de que el agua que habían encontrado en el fondo de sí mismos era la misma…
Que el mismo río subterráneo que pasaba por uno inundaba la profundidad del otro.
Se dieron cuenta de que se abría para ellos una nueva vida.
No sólo podían comunicarse, de brocal a brocal, superficialmente, como todos los demás, sino que la búsqueda les había deparado un nuevo y secreto punto de contacto:
La comunicación profunda que sólo consiguen entre sí, aquellos que tienen el coraje de vaciarse de contenidos y buscar en lo profundo de su ser lo que tienen para dar…
  “Cuentos para pensar” de Jorge Bucay

jueves, 30 de abril de 2020

#Día48 "Amor, Riqueza y Éxito"

#Día48
#YOmequedoencasa


"Amor, Riqueza y Éxito"

Una mujer salía de su casa y vio a tres ancianos de larga y blanca barba sentados al frente de su casa.
No los reconoció y dijo:
- «No creo conocerlos, pero deben tener hambre. Por favor pasen y acepten alguna cosa para comer».
- «Se encuentra el hombre de la casa dentro?», preguntaron. - «No», dijo ella, «Él salió».
- «Entonces no podemos pasar», contestaron.
En la tarde cuando su esposo llegó a casa, le dijo lo que había pasado.
- «Vé a decirles que estoy en casa e invítalos a pasar». 
La mujer salió e invitó a los hombres a que pasaran.
- «No pasamos a una casa juntos», respondieron.
- «Por que es así?, quiso saber ella.
Uno de los ancianos le explicó:
- «Su nombre es Riqueza, apuntando a uno de sus amigos, y apuntando al otro dijo, «Él es Exito, y yo soy Amor». Después agregó «Ahora ve y discute con tu esposo a cuál de nosotros deseas en tu casa» 
La mujer entró y le dijo a su esposo lo que se había dicho. Su esposo se regocijó.
- «Que bueno!!», dijo. «Dado que éste es el caso, invitemos a Riqueza. Dejemos que venga y llene nuestra casa de riqueza!» 
Su esposa no estuvo de acuerdo
- «Querido mío, porque no invitamos a Exito?» 
La hija estaba escuchando desde el lado opuesto de la casa. Saltó con su propia sugerencia:
- «No será mejor invitar a Amor?» «Nuestra casa estará entonces llena de amor!»
- «Hagamos caso del consejo de nuestra hija», dijo el esposo a su esposa. «Sal e invita a Amor a ser nuestro huésped» 
La mujer salió y les pregunto a los 3 ancianos.
- «Cuál de ustedes es Amor?. Por favor pase y sea nuestro huésped». 
Amor se puso de pie y empezó a caminar hacia la casa.
Los otros 2 también se pusieron de pie y lo siguieron. Sorprendida les pregunto a Riqueza y a Exito:
- «Solamente invite a Amor. ¿Por qué están pasando ustedes?» 
Los ancianos respondieron:
- «Si usted hubiera invitado a Riqueza o a Exito, los otros dos nos hubiéramos quedado afuera, pero como usted invitó a Amor, dondequiera que él va, nosotros lo acompañamos.

miércoles, 29 de abril de 2020

#Día47 "El Violín"

#Día47
#YOmequedoencasa


"El Violín"

El subastador pensó que perdía su tiempo mostrando ese viejo violín estropeado y arañado, pero aún así, lo mostró. 

-¿Cuánto ofrecen, buena gente?
- ¿Quién hará la primera oferta?
- ¡Un dólar, un dólar! -
-¡Dos!
¿Sólo dos?--Dos dólares!
-¿Hay alguien que dé tres?-
-¡Tres dólares! ... a la una! ¡Tres dólares...a las dos!...

Y de repente un hombre canoso se puso de pie, llegó adelante y tomó en sus manos el arco. Limpiando el polvo del viejo violín armonizó sus cuerdas y tocó una melodía muy tierna.

Al cesar la música el subastador dijo, en voz muy baja y más bien para sí, - ¿Cuánto daría yo por tener este viejo violín?

Y tomándolo con más cariño lo volvió a levantar:
-¡Cien dólares!
- ¿Y quién da doscientos?
-¡Doscientos!
 -¿Y quién da trescientos?
- ¡Trescientos!-
-¡Trescientos, a la una! ¡Trescientos a las dos!- -¡Y se va y se fue! -exclamó.

Algunos lloraban y los demás aplaudían...
- No podemos comprender se decían. ¿Qué cambió su valor? 

A lo que el maestro contesto:- "El toque de la mano de un maestro".

 El secreto está en mirar más allá de las apariencias y conectar con la verdadera esencia.

"La diferencia entre lo que hacemos y lo que somos capaces de hacer resolvería los problemas mas grandes que hay en el mundo"

martes, 28 de abril de 2020

#Día46 "El árbol confundido"

#Día46
#YOmequedoencasa


"El árbol confundido"

Había una vez, un hermoso jardín con manzanos, naranjos, perales y bellísimos rosales.
Todos estaban satisfechos y eran felices.
Sin embargo, no todo era alegría en el jardín pues había un árbol profundamente triste porque no sabía quién era.
El manzano le decía que le faltaba concentración:
Si realmente lo intentas, podrás tener sabrosas manzanas. ¿Ves que fácil es?
No lo escuches – le decía el rosal- . Es más sencillo tener rosas. ¿Ves que bellas son?

El árbol intentaba todo lo que le sugerían y como no lograba ser como los demás, se sentía cada vez más frustrado.
Un día llegó hasta el jardín el búho, la más sabia de las aves, y al ver la desesperación del árbol exclamó:
-No te preocupes, tu problema no es tan grave. Lo tienen muchísimos seres sobre la Tierra. Yo te daré la solución: No dediques tu vida a ser como los demás quieren que seas… Sé tú mismo, conócete y para lograrlo, escucha tu voz interior.
 Dicho esto, el búho desapareció.
¿Mi voz interior…?
¿Ser yo mismo…?
¿Conocerme…?
Se preguntaba el árbol.
Y cerrando los ojos y los oídos, abrió el corazón y, por fin, pudo escuchar su voz interior diciéndole:
Tú jamás darás manzanas porque no eres un manzano, ni florecerás cada primavera porque no eres un rosal. Eres un roble y tu destino es crecer grande y majestuoso, dar cobijo a las aves, sombra a los viajeros, belleza al paisaje… Tienes una misión. Cúmplela.

El árbol se sintió fuerte y seguro de sí mismo y se dispuso a ser todo aquello para lo cual estaba destinado. Así, pronto llenó su espacio y fue admirado y respetado por todos. Entonces, el jardín fue completamente feliz.

Por saber reconocer nuestras limitaciones y explotar nuestras posibilidades. 

lunes, 27 de abril de 2020

#Día45 "Cerrando Círculos"

#Día45
#YOmequedoencasa

Hoy sin lugar a duda elijo este cuento ;) 
Porque hoy cierro una puerta, que tanto me ha dado, para abrir una nueva ;) 
Y la abro con ganas ;)

"Cerrando círculos"

Siempre es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida. Sí insistes en permanecer en ella más allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y el sentido del resto. Cerrando círculos, o cerrando puertas, o cerrando capítulos, como quieras llamarlo. Lo importante es poder cerrarlos, y dejar ir momentos de la vida que se van clausurando.

¿Terminó tu trabajo?, ¿Se acabó tu relación?, ¿Ya no vives más en esa casa?, ¿Debes irte de viaje?, Puedes pasarte mucho tiempo de tu presente "revolcándote" en los porqués, en rebobinar el cassette y tratar de entender por qué sucedió tal o cual hecho.

El desgaste va a ser infinito, porque en la vida, tú, yo, tu amigo, tus hijos, tus hermanos, todos y todas estamos encaminados hacia ir cerrando capítulos, ir dando vuelta a la hoja, a terminar con etapas, o con momentos de la vida y seguir adelante.

No podemos estar en el presente añorando el pasado. Ni siquiera preguntándonos porqué.  Lo que sucedió, sucedió, y hay que soltarlo, hay que desprenderse. No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos, ni empleados de empresas inexistentes, ni tener vínculos con quien no quiere estar vinculado a nosotros.

¡Los hechos pasan y hay que dejarlos ir! Por eso, a veces es tan importante destruir recuerdos, regalar presentes, cambiar de casa, romper papeles, tirar documentos, y vender o regalar libros.

Los cambios externos pueden simbolizar procesos interiores de superación. Dejar ir, soltar, desprenderse. En la vida nadie juega con las cartas marcadas, y hay que aprender a perder y a ganar. Hay que dejar ir, hay que dar vuelta a la hoja, hay que vivir sólo lo que tenemos en el presente.

El pasado ya pasó.  No esperes que te lo devuelvan, no esperes que te reconozcan, no esperes que alguna vez se den cuenta de quién eres tú. Suelta el resentimiento. Encender "tu televisor personal" para darle y darle al asunto, lo único que consigue es dañarte mentalmente, envenenarte, y amargarte.

La vida está para adelante, nunca para atrás.  Si andas por la vida dejando "puertas abiertas", por si acaso, nunca podrás desprenderte ni vivir lo de hoy con satisfacción.  ¿Noviazgos o amistades que no clausuran?, ¿Posibilidades de regresar? (¿a qué?), ¿Necesidad de aclaraciones?, ¿Palabras que no se dijeron?, ¿Silencios que lo invadieron? 

Si puedes enfrentarlos ya y ahora, hazlo, si no, déjalos ir, cierra capítulos. Dite a ti mismo que no, que no vuelven. Pero no por orgullo ni soberbia, sino, porque tú ya no encajas allí en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en esa oficina, en ese oficio.

Tú ya no eres el mismo que fuiste hace dos días, hace tres meses, hace un año.  Por lo tanto, no hay nada a qué volver. Cierra la puerta, da vuelta a la hoja, cierra el círculo. Ni tú serás el mismo, ni el entorno al que regresas será igual, porque en la vida nada se queda quieto, nada es estático.  Es salud mental, amor por ti mismo, desprender lo que ya no está en tu vida.

Recuerda que nada ni nadie es indispensable. Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo. Nada es vital para vivir porque cuando tú viniste a este mundo, llegaste sin ese adhesivo. Por lo tanto, es costumbre vivir pegado a él, y es un trabajo personal aprender a vivir sin él, sin el adhesivo humano o físico que hoy te duele dejar ir.

Es un proceso de aprender a desprenderse y, humanamente se puede lograr, porque te repito: nada ni nadie nos es indispensable. Sólo es costumbre, apego, necesidad. Pero cierra, clausura, limpia, tira, oxigena, despréndete, sacúdete, suéltate.

Hay muchas palabras para significar salud mental y cualquiera que sea la que escojas, te ayudará definitivamente a seguir para adelante con tranquilidad. … ¡Así es la vida!


Paulo Coelho (Novelista Brasilero)