Dos personas pequeñas que llevan en mi vida toda su pequeña vida.
Una más pequeña que el otro.
Pero pequeños al fin y al cabo.
- Uno me preguntó que si todo en la vida iba a ser así: empezar para saber que se iba a acabar. A lo que yo con cara de mayor (esa cara que tienes cuando ves a personas pequeñas) no supe que contestar y me di cuenta que era lo que llevó preguntándome toda mi pequeña vida.
Y ese día, después de muchas conversiones y demasiadas respuestas, se le pasó por la cabeza esa rara idea, una idea que se le trasformó en pregunta, una pregunta a la que respondí con otra pregunta:
- Prima, ¿esto es lo que nos espera siempre?, quiero decir, ¿cada vez que conoces a alguien tienes que saber que un día le dirás adiós, o mejor dicho ni le dirás nada y ya no será nada en tu vida?
-mmmm... ¿De donde viene esa pregunta? y ¿Porqué?
- No se, es lo que me he dado cuenta en todo este año, los amigos viejos del colegio, los amigos nuevos del insti, los vecinos de la urbanización, incluso Tú.
Como la gente pequeña ve a la gente grande, Y la gente grande es incapaz de ver a la gente pequeña, y si les ven es sólo eso cosas de pequeños.
...
Las personas mayores nunca comprenden nada por si solas y es agotador
para los niños tener que darles siempre y siempre explicaciones...
Y es que desde que he sido pequeña; quiero decir mucho más de lo que soy; he ido pasando por la vida de la gente en puntillas, las he rozado, las he apretado, las he exprimido, y después ya no ha habido nada. Unas han costado más, el jugo estaba más adentro y he podido disfrutar más ese sabor, y otros han sido pequeñas y diminutos apenas un pequeño apretón. Pero todas han acabado igual, sin jugo que exprimir.
Y quizá ahora, mi pregunta sea:
¿ Si siempre va a ser así, porque nos esforzamos en empezar?
Vale, todo merece un esfuerzo, y ese esfuerzo merece la pena, y en muchas ocasiones lo merece mucho más que muchísimo.
Pero, lo bueno dura tan poco, y las puntillas duelen tantísimo que el muchisimo mas que mucho se queda en poco, muy poco.
- La otra me dijo que si me había enfadado con él, lo único que tenía que hacer era deshacer nudito a nudito todo ese enfado y que así volvería todo a la normalidad. No es difícil, me dijo. Después me dio un beso y me dijo que alomejor no le había dicho todo lo que le quería. Se levantó se fue al final de la piscina y grito: " yo te quiero de aquí hasta allí, ¿lo ves? es fácil, sólo diselo.
Y encima, no contenta con haberme dado cuenta que toda barrera para demostrar que todo iba bien, Ella, Esa Persona pequeña, Mi persona pequeña, se había caído y ella lo había visto desde esa primera lágrima de cocodrilo.
No contenta sólo con eso, me saca dos cuentos que había leído en la biblioteca, dos cuentos que tanto me gustan y tanto leo. Dos cuentos tan importantes en lo que había pasado, uno ya regalado otro en la lista pendiente.
Y tanta razón tenía. Demasiada.
Tan fácil hubiera sido deshacer nudito a nudito, y no esperar a que se rompiera la barca...
Y quizá nunca le había dicho que le quería de aquí al final de la piscina.
Y saber a ciencia cierta que la persona pequeña tenía mucho más que razón. Que no lo había dicho. O por lo menos no lo suficiente.
Dos preguntas.
Dos personas pequeñas.
Y dos respuestas que no supe dar. A las que no he sido capaz de enfrentarme.
Mundos pequeños para personas Grandes.
Personas grandes que hacen Mundos pequeños.
Y que el mundo tiemble bajo tus pies.